Marcas Superhéroes… algún día

Más y más, siempre queremos ser más altos, más fuertes, más rápidos, más eficientes, más listos, más ágiles, más resistentes, más guapos, más poderosos. Más extraordinarios, pero menos humanos.

Las marcas han sabido, históricamente, aprovechar nuestras motivaciones y construir sus propuestas de valor orientadas a mejorar nuestras imperfecciones, o potenciar nuestras virtudes.

El banco que te hace sentir listo, los tenis que te hacen llegar más lejos, la bebida que te permite intentar lo imposible, el desodorante que te hace irresistible, el yogur que mantiene tu línea. Marcas capaces de convertirnos en lo que queremos ser.

Gracias a estas ideas nacen las nuevas generaciones de wearables, esos dispositivos tecnológicos diseñados para fusionarse con nuestro cuerpo y facilitarnos algunas tareas cotidianas. Pero un paso más allá se encuentran los nuevos prototipos de nueva generación.

Aparatos pensados para mejorar nuestro rendimiento físico, mental y nuestra aptitudes profesionales. ¿Te imaginas poder levantar el triple de peso sin esfuerzo? ¿O que un cirujano pudiera tener un pulso milimétrico? ¿O disponer de un dispositivo inteligente que no te permitiera salir en unas fotos robadas?

¿Qué pasará cuando todos seamos superhéroes? ¿Qué podrán ofrecernos las marcas? Cuando lleguemos más alto, más lejos, más rápido a través de la tecnología, ¿dónde estará el siguiente nivel de valor para una marca? ¿Cómo conectar con nuestras motivaciones?

Parece que se avecina un reto interesante, si hoy las marcas se centran en querer proporcionarnos lo que necesitamos para ser mejores, mañana la tecnología estará ahí y esas marcas deberán centrarse en proporcionarnos lo que necesitamos para ser únicos.

Todos seremos rápidos, ágiles, listos y fuertes. Todos tendremos mejor visión, mejores reflejos y mejor memoria. Todos seremos mejores cocineros, mejores amantes y mejores padres. Pero todos seremos más iguales.

Las marcas tendrán el reto de devolvernos aquello que nos hacía únicos, aquello que nos hace humanos, la imperfección de ser nosotros.

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